sábado, 19 de marzo de 2011

God save artemisia

Hay momentos cortos. Un pestañeo, un grito lejano, un aroma conocido. Son instantes que por cortos no carecen de significado y muchas veces desencadenan acciones inesperadas. Otras veces por mas atentos que estemos el momento nos sobrepasa y con un grito mudo atorado en la garganta no entendemos como en una fracción de segundo se nos fue, nos olvidamos, cambió, nos la perdimos.
Esto pasa todo el tiempo, a mayor o menor escala, y nos viene pasando mucho ultimamente a todos. Se nos va de las manos.
Los sucesos de las ultimas semanas en Japón nos dejaron así de impotentes. Que hacer? como ayudar? como sanar?
El dolor de otros es suficiente para movilizarnos? Muchas veces pienso que no, que como decía una compañera de facultad.."cuando te están comiendo los piojos no te queda otra que encarar". Y no quiero ese extremo.

En casa hacemos lo posible por no dañar, y les aseguro que no es fácil. No es lo primero que se te viene a la cabeza, no es el instinto, no siempre cumplimos.  Con esto no quiero ser cursi pero "no dañar" es suficiente.  Si nos moviéramos con ese cartel en la cabeza, mas allá de cleros o filosofías serían otras nuestras decisiones y otras las consecuencias.
No dañar empieza en casa, como los pasteles caseros, como los retos, como los abrazos, y es mucho mas difícil que no dañemos si nos faltó algo de eso. Estamos hechos un gran problema sin un pasado feliz.

Podemos hacer pequeñas cosas, por ejemplo utilizar remedios caseros para curar a nuestras plantas. El no usar pesticidas beneficia no solo nuestra salud sino la biodiversidad que se ha creado en la huerta. No es de un día para el otro que vamos a ver Vaquitas de San Antonio comiéndose los pulgones de los rosales o ayudando cualquier planta atacada por ácaros. Solo vamos a verlas si no dañamos.
Hace unos días nuestra bordura de artemisia amaneció severamente atacada por ácaros. El bello color plata del follaje se transformó en un gris oscuro y el porte había disminuido notablemente.
Artemisia atacada por ácaros

Lo primero que hice fue ver el envés de las hojas y ahí descubrí a los colados.



Eran cientos en cada hoja, se movían rápidamente con sus patas finas y precisas. Siempre asocié a los ácaros con pequeñas máquinas.

El estado de las plantas era lamentable, pensar que hace unos dias planeabamos cosechar para probar suerte nuevamente con la absenta y lo demás iba a ser  secado o usado como insecticida natural.
En eso veo unas pequeñas bolitas naranjas agusanadas y pensé.. mas bichos, y a estos no los conozco.
Saqué una hojita para observarlo mejor y era notablemente parecido a una vaquita de San Antonio pero agusanada... podrá ser? Siempre ante una duda de esas es mejor sumergirse y buscar hasta identificarlo. Esto evitará que confundamos insectos beneficiosos con aquellos que atacan la huerta.
Y efectivamente era, era en estado de larba.



Empezamos a mover la planta y estaba lleno.Tb encontré muchas ya con sus alitas, simpáticas, las de siempre, y alguna se animó a subirse a mi mano. Tengo una debilidad con ellas pero trato de no querer tocarlas aunque esta vez en la planta de la primer imagen era necesario darles una ayuda. Aunque ellas se alimenten de los pulgones eran muchisimos y por mas que me encantaría ver un ejercito de vaquitas revolotear nose si hubiera sido uficiente. Fue así que me dediqué a sacarlas todas, o por lo menos toda las que ví y moverlas a un frasco momentaneamente.
Necesitabamos actuar rápido o sino podar drásticamente la planta.

Medussa Pepper
Esta es la base de nuestro preparado. Es un menjunje que nos ha sido muy efectivo contra pulgones. Si lo pienso nose bien como llegó a nosotros, solo se que Alex es quien lo prepara y yo miro la olla con ojos rojos, por que pica!
La receta esta publicada en este post bajo el nombre "remedio casero contra pulgones, trips, araña roja y mosca blanca". La hemos usado hasta en plantines de semanas comprobando que no quema la planta.
Luego de aplicado el remedio me dispuse a colocar a las vaquitas en las demás plantas y disfruté por un rato de verlas caminar y volar entre mis manos.